Château de Fontainebleau

Hacía frío, sí. ¿Mucho frío? Quizás,... El frío, como el miedo, es un poco psicológico, una sensación que se acentúa cuando fijamos nuestro pensamiento en él.

¿Miedo? ¿A qué? A abandonar nuestra zona de confort, a desafiar los límites de lo que conocemos y controlamos. Como un estanque para el cisne, nuestro "alrededor" nos cobija, nos provee un hogar (calor) en el que nos sentimos seguros, protegidos, acomodados ... y donde, creemos, encontraremos la felicidad. Algunas personas van a la deriva en este estanque,... Siempre en busca de la felicidad. ¿Dónde está?

¿Por qué para otros no es suficiente? Sentimos la necesidad de progresar, evolucionar, mejorar cada día, y los límites del ayer se rompen para dar paso a los horizontes del mañana. Y salimos del estanque, y no sabemos cómo pero dejamos de nadar y caminamos, y descubrimos nuevos castillos que alimentan nuestros sueños. Siempre en busca de la felicidad. ¿Dónde está?

Y de pronto, casi como una consecuencia natural del proceso, batimos las alas y alzamos el vuelo. Y en ese momento mágico, con la ayuda de la nueva perspectiva, lo empezamos a entender. Y entendemos que la felicidad no es un fin, sino el camino. En lucha continua, contra el frío, las nubes y el viento,... En el estanque, en el castillo y en el aire, en compañía y ayudándonos mutuamente para recorrer el camino....Hasta el infinito y más allá.

Cámara: iPhone 4 + Instagram
Apertura: f/2.8
Exposición: 1/408
ISO: 80